5/9/10

Ginkgo

Se llama ginkgo biloba, y es el árbol vivo más antiguo en términos evolución. Es una especie diódica, los ejemplares son femeninos o masculinos. En condiciones óptimas, puede alcanzar los 30 metros de altura y vivir hasta 1000 años. Se caracteriza por sus hojas caducas en forma de abanico, y por sus semillas carnosas y de olor desagradable, que cuelgan de un largo pedúnculo. Florece en primavera y las semillan maduran en otoño. Importante especie forestal durante la Era secundaria, probablemente haya sido el alimento de algunos de los grandes saurios hervíboros. Es una planta sagrada para los budistas, que se cultiva en los templos de China y Japón desde hace más de 3000 años.

Tolerante a la polución, es famoso por ser el primero que rebrotó tras la tragedia de Hiroshima. Cuentan que después de la explosión,  todas las especies vegetales que crecían en el área del epicentro fueron examinadas, inclusive un ginkgo crecía junto a un templo. Aunque el templo fue destruído, el árbol consiguió brotar sin mayores deformaciones. El sitio del templo de Housenbou era más pequeño después de la guerra y pensaron en transplantar o echar abajo el ginkgo para reconstruir el templo. Finalmente se decidió dejarlo allí y ajustar el templo al árbol.
El ginkgo tiene múltiples aplicaciones medicinales, como vasodilatador cerebral, protector capilar, antivaricoso y para combatir la enfermedad de Alzheimer. Los curanderos indios lo asociaban con la inmortalidad y lo usaron como uno de los ingredientes para el soma, elixir de cualidades embriagantes durante las ceremonias védicas. Decir esto es poco: la farmacopea al uso habla de longevidad, los brahamanes hablaban de inmortalidad. Es obvio que un elixir capaz de poner en contacto con la divinidad dejará certeza de algo más que una larga vida terrenal.  
El pequeñajo que ven en la foto llegó a mis manos de forma curiosa: se presentó en el mercadillo de mi pueblo ayer, y en cuanto lo tuve en la mano supe que era él :) Nos hemos cogido un particular aprecio.

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4 comentarios:

hiniare dijo...

Espero que esté contigo los próximos 1000 años por lo menos (aunque un gato hace más compañía).
Un beso,
h.

RAB dijo...

1000 años no pienso vivir, Hini, y gato ya tengo, pero el ginkito es un amor y me encanta. No habla, pero alegra mi baño :D que es donde tengo + luz.

PÁJARO DE CHINA dijo...

se reconocieron mutuamente. me imagino ese momento y me hace bien. salud, ginko. amemos a las almas silenciosas, que a veces le dan forma a nuestro grito y, también, nos enseñan a olvidarnos de nosotros mismos.

RAB dijo...

Uy! Me has hecho recordar que tengo que ponerle agua... ¡es tan poco lo que pide el Ginkito!