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7/12/10

Veneno de hormigas

Pampa Mito... (no te quejés, flaco, que acá fumigan también, sólo que es más sutil).
Vean mi tierra... esa Pampa de planisferio que sale de fondo es la tierra donde nací -bueno, cerca- y el chico que está hablando es un neo-gaucho ex creyente denunciando el ominoso destino del campero marplatense: las fumigaciones. Así como lo oyen: a esta gente la fumigan. Los asesinos no se guardan, como aquí, de ocultarlo: como ya es costumbre por ese lado del mapa, no se van con disimulos.



El sueño del glifosato produce cíclopes:

+info


Cortesía RSA

Photo/post: Tim Biskup (trucada por la autora del blog).

17/11/10

¿Quieres ser un agente encubierto?

Una navega por la red y ve que en todas las páginas sale una leyenda: DENUNCIA ESTO. Se hace cada vez más corriente verla en cualquier página, portal o hosting. Otra aberración del Ojo Supremo: ahora resulta que todo lo que no encaje con la "ética" de las grandes empresas, los bancos, los portales-empresa que viven de la difusión de prensa cutre y toda esta urdimbre de supuesta legalidad y moralidad "de protección de datos", es denunciable. DENUNCIA ESTO se ha convertido en un síndrome de paranoia contra el prójimo: cualquiera puede denunciar a cualquiera simplemente porque no le guste su cara, porque haya dicho algo que moleste, o porque no le caiga bien. O simplemente porque no guste el color de sus guantes. La gran difusión de los famosos portales de pedofilia lo promueve y justifica, el problema es que en el saco caen también la libertad de opinión y las denuncias contra empresas delincuentes que operan libremente a través de este medio sin que haya ley que las toque. Tengo una breve lista para mencionar, pero no lo haré por ese asunto de protección de datos.

Y es que es inútil: se lo han montado tan bien que no hay indivíduo sobre la faz de la tierra que pueda hablar, denunciar u opinar por si mismo sin que salte una leyenda -sea en la red o en el bar de al lado, al fin y al cabo la red no es más que un reflejo de lo que hay fuera de la red- rezando el famoso DENUNCIA ESTO. Pero es una mentira que se protejan los datos de la gente: en realidad sólo se protegen los datos de las grandes corporaciones, y si se hace es nada más y nada menos que para que no haya pérdidas. Es decir que no es una cuestión moral: es una cuestión ética. Vamos, de ética de empresa. En definitiva: que es una cuestión de ética de mercado.

En cuanto a la pedofilia. La falta de criterio que fomenta el macroestado fascista considera que una muchacha de dieciseis años y un hombre de, por ejemplo, treinta y cinco pueda ser denunciada por pedófila. Está claro que hoy día Lolita sería una pobre niñita maltratada y Nobokov un degenerado esperando en el corredor de la muerte de las marujas asesinas (no hablo de Javier Rebollo, que cuenta con mi bendición). Olvidan, al parecer, que hasta no hace mucho las familias reales -y no tan reales- casaban a sus hijas con hombres que podían muy bien pasar por abuelos, con el único fin de asegurarse la descendencia y/o integrar patrimonios (¿variedad preculsora de las actuales fusiones?). Y que otros se casaban -o no-simplemente por amor, cuando no por gusto, porque al fin de cuentas ¿quién ha dicho que una chavala de dieciseis años no pueda enamorarse de un señor de la edad de su padre? Y viseversa, que es más corriente de lo que suele creerse: véase, sino, The reader. Nadie ponía el grito en el cielo por algo así, ni se llamaba "niñas" o "niños" a grandullones incapaces de hacerse la cama hasta los treinta años.

Sociedad infantiloide, timorata, sobreprotegida, patriarcal hasta la médula y pretendidamente desarrollada, que ha olvidado la clara distinción entre ética y moral, y que encima se jacta con una prepotencia sin parangón, de estar por encima de otras donde la sensiblidad y el orden natural de la vida siguen intactos.

En otras palabras, ¿quiere usted ser un agente encubierto? Es gratis. Entre otras cosas, colaborará en el desarrollo de la cultura, hará bien a su nación y fomentará la tasa de paro. Quedará demostrado, además, que es usted un individuo bienpensante, todo un ejemplo de moralidad y civismo. En la red y fuera de la red. (Espero que después de esto no haya alguien que me denuncie a mí, aunque... bueno, igual no sería la primera vez. También yo puedo caer en el ruedo, si total... ¡es tan fácil y divertido!).

13/11/10

La dictadura de la percepción



Como dijera Anton LaVey (aunque también pudo haber sido Alistair Crowley): la televisión es la  herramienta de adiestramiento más efizaz creada hasta hoy. Claro que hablamos de los años 60, siglo pasado y agua pasada ya. 
El poder de la imagen que entonces tuviera la caja catódica, hoy lo tiene YouTube. Desde hace tiempo se viene notando que la red goza de un poder insospechado. No cabe duda de que a esta gente la cosa se le fue de las manos. Pero como son más listos que el hambre la retienen, la absorben, la digieren y nos la revuelven asimilada y con nutrientes.
Vemos que la NewAge posee doble faz: mientras por una parte se empeña en negar la existencia del aspecto oscuro de la naturaleza humana mediante la difusión del amor-superfície y el tú-todo-lo-puedes, por la otra nos vende extraterrestres expertos en manipulación genética, capaces no sólo de crearnos sino también de gestionar nuestro destino. Es decir, que mientras en su vertiente "optimista", la NewAge habla de amor sin cesar, haciendo oído sordo a la tragedia humana que viven miles de millones de personas por todo el planeta -tragedia que pretende sanear con la marca de tirita de la multinacional Eckhart Tolle-; en su costado "pesimista" nos vende la teoría de la conspiración de los Iluminati (inclúyase 2012) y su anticristo reptilio-demoníaco.
Yo no conozco a nadie que tenga algún asunto serio que resolver que lea a Eckhart Tolle o se tire horas bajando portales de YouTube donde te venden que el rey del mundo es un lagarto. De esa manera, no. Que manipulen nuestra percepción y lo permitamos, es responsabilidad nuestra. Pregonar que la causa de la anorexia la tienen las revistas de moda que difunden imágenes de super-mujeres manipuladas por Photoshop, resulta tan banal como asegurarle a un amigo que ya no podrá pagar la hipoteca de su única vivienda, que detrás de todo ese mal se esconde el bien "porque lo dijo el tao". Esto no es amor ni sabiduría: es una aberración.
Lo vemos todo mal o lo vemos todo bien, pero somos incapaces de contemplar nuestra doble naturaleza desde una perspectiva crítica que sea, además, constructiva. Porque para eso hace falta educación, voluntad, sensatez, una mínima dosis de humildad, empatía -de la verdadera, no de la leída en libros de autoayuda-, coherencia y por supuesto, experiencia. Cuidaos los ideólogos: esto tampoco es una cuestión política. Es, más bien, una cuestión integral.